viernes, 19 de julio de 2013


Como nos cambió la llegada de la World Wide Web, directa o indirectamente a todos. Como nos podemos plantear que, a través de las redes sociales, indiscriminadamente se utiliza el maltrato psicológico y la falta de educación sale a relucir. Tratando de ser lo más conciso posible expresare mi punto de vista sobre esta revolución tecnológica enfocándome puntualmente en la Internet.


La Red, World Wide Web, o comúnmente llamada Internet desde su nacimiento y posterior masificación  produjo un impacto profundo en el mundo laboral, el entretenimiento y la expansión del conocimiento nivel mundial. Gracias a la web, millones de personas tienen acceso fácil e inmediato a una cantidad extensa y diversa de información  en línea. 
Las bibliotecas y enciclopedias quedaron un tanto obsoletas, la web ha permitido una descentralización repentina y extrema de la información y de los datos. Algunas organizaciones comerciales animan a su personal para incorporar sus áreas de especialización en sus sitios, con la esperanza de que impresionen a los visitantes con conocimiento experto e información libre.
Internet ha llegado a gran parte de los hogares y de las empresas de los países ricos, la clase baja no dispone de los medios para poder operar dentro de un mundo cada vez más tecnológico. En este aspecto se ha abierto una brecha con los países pobres, en los cuales la penetración de Internet y las nuevas tecnologías es muy limitada para las personas.
No obstante, en el transcurso del tiempo se ha venido extendiendo el acceso a Internet en casi todas las regiones del mundo, de modo que es relativamente sencillo encontrar por lo menos 2 computadoras conectadas en regiones remotas.
Desde una perspectiva cultural del conocimiento, Internet ha sido una ventaja y una responsabilidad. Para la gente que está interesada en otras culturas, la red de redes proporciona una cantidad significativa de información y de una interactividad que sería inaccesible de otra manera.
Internet entró como una herramienta de globalización, poniendo fin al aislamiento de culturas. Debido a su rápida masificación e incorporación en la vida del ser humano, el espacio virtual es actualizado constantemente de información que está al alcance de solo un click.
Podemos encontrar en contrapunto la opinión de Clifford Stoll, un astrónomo radicado en los Estados Unidos que realiza desde hace más de 10 años una cruzada contra la “locura de la internet”, podemos decir que Stoll fue uno de los pioneros de la Internet en la década de los 80, no desmerece los avances que la red nos acercó de manera rápida y practica  material que anteriormente nos demandaba mucho trabajo y tiempo encontrar, pero hace énfasis en los problemas que puede aparejar a nivel educativo para los niños y jóvenes si no se emplea un método en el cual la computadora no sea el centro de toda enseñanza.
Stoll nos cuenta sus experiencias en los Estados Unidos, pinta la imagen e un paisaje pedagógico en el que Internet envuelve actualmente la mayor parte de las escuelas y dicta los contenidos y los métodos de enseñanza, los pedagogos de los medios de comunicación, los padres que temen por las oportunidades de sus hijos, y las empresas que financian a la industria de las computadoras bajo una capa de altruismo, forman todos juntos una alianza que se propone hacer a los alumnos escolares “aptos para el futuro”.
Con frecuencia cada vez mayor se invierte dinero, que antes era empleado para los maestros o la adquisición de libros, en computadoras y en conexiones con Internet, en software y en trabajos de mantenimiento y reparación de los aparatos, así como en salarios para los expertos en los sistemas, al tiempo que bibliotecas, salas de música o laboratorios
de Química son transformados en salas de computación. En lugar del experimento con la probeta de ensayos y el mechero de Bunsen, surge ahora la simulación en la pantalla de la computadora.
Tras la fachada de la escuela virtual se oculta mucho más. Los intereses económicos y ciertas visiones educativas de los políticos se dan la mano con la utopía didáctica del aprendizaje sin esfuerzo, las animaciones y los simuladores visuales según Stoll tienen por objetivo disolver los esfuerzos intelectuales que encierran en si las operaciones matemáticas, la ejercitación de las lenguas extranjeras, como así también la comprensión de los problemas de la naturaleza.
No es posible un auténtico aprendizaje sin esfuerzo, y que su premio no sea solo el placer   del aprendizaje, sino que radique en una la comprensión más  profunda y verdadera.
En nuestro país en la actualidad el servicio de Internet no es gratuito y lejos está de ser accesible a toda la comunidad, sin embargo las redes sociales crecen a pasos agigantados a través de los dispositivos móviles, los teléfonos inteligentes revolucionan cada vez más el mundo y dejan a muestro fácil alcance un universo de posibilidades, que si supiéramos aprovechar sacaríamos un real beneficio de la información obtenida.
El gran problema es que en mi opinión, la masificación de las redes nos trajo un facilismo muy difícil de desarraigar, todo se ha vuelto impersonal, y le dio un manto de impunidad a aquellos que quieren expresar solo de mala manera todo lo que antes no podían. La falta de respeto es tema diario, la gente habla sin bases y los opinologos están al pie del cañón, los derechos son pisoteados y los buenos modales olvidados. No me importa como escribo, total el Word me lo auto-corrige  no me importa a quien ofendo, total no sabe quién soy, no me importa no saber de dónde vengo, cualquier cosa lo busco en Wikipedia.
Es un camino peligroso el que podemos estar transitando sino sabemos encontrar a aquellos que nos dirijan correctamente hacia un buen uso de los avances tecnológicos sin tener que depender de una máquina para poder hacer buen uso de nuestro idioma o saber cuáles fueron y son nuestras raíces, como está formado el mundo, ese mundo que no solo está a través de nuestro monitor, ese mundo que espera por nosotros, solo está en uno mismo el querer transitarlo, pero para ello tenemos que saber que solo llegaremos a nuestro destino si sabemos quiénes  somos, lo que valemos y que es lo que podemos brindarle a la sociedad.



Material consultado:
*  Internet como trampa pedagógica, educación y ciencia (2001) autor Krischke, Wolfgang  Pág. 48-50
*  Le Magazine de educación y cultura n° 18 (2002) OI Biblioteca del Congreso de la Nación